Este semestre tenía un curso de lingüística muy interesante sobre el español en contacto con otras lenguas. Uno de los aspectos que siempre me ha cautivado en cuanto al español es el hecho de que no solo hay un español, sino un montón de variedades. Ya traté un poco este aspecto en mi primera entrada sobre el acento canario. Pero para hoy, quiero presentaros otra forma, otra variedad digamos, del español.
Como todos
sabéis, el lenguaje evoluciona día a día y año tras año incorporamos al
diccionario nuevas palabras que en nuestra lengua oral ya hemos introducido. Es
por eso que cada año la RAE
acepta de forma oficial unas cuantas palabras.
Acabo de leer
un artículo en línea, en lo que presentaron unas de estas nuevas palabras.
Entre ellas encontré también la expresión espanglish,
la fusión entre la palabra español y
la palabra inglesa English. Entonces
ya se puede ver la importancia que tiene la influencia del inglés en el
español. Y es por eso que hoy os quiero presentar las huellas del inglés en la
lengua española, como lo encontramos sobre todo en los EE. UU.
Pero antes de empezar, os dejo aquí la canción “Spanglish” por Reik. Es una banda de pop/latino de México. Normalmente cantan en español, pero ahora, bueno, ya lo veréis …
En mi texto a continuación, me apoyo en el libro "El español en contacto con otras lenguas" por Carol A. Klee y Andrew Lynch, publicado en 2009.
Pero antes de empezar, os dejo aquí la canción “Spanglish” por Reik. Es una banda de pop/latino de México. Normalmente cantan en español, pero ahora, bueno, ya lo veréis …
La historia de contacto entre el español y el inglés es larga. Ya en el siglo XVI llegó al territorio norteamericano la lengua española a causa de varias expediciones llevadas a cabo por los conquistadores. En comparación con demás zonas de contacto del español con otras lenguas, el contacto con el inglés no tenía tanta influencia al habla español. Esto se debe, quizás, al hecho de que el inglés y el español no tienen tantas similitudes como el español lo tiene con otras lenguas emparentadas como el catalán o el portugués.
No obstante, encontramos también diferencias entre el
español peninsular y el de los EE. UU. El primero en publicar trabajos
significativos sobre el español nuevomexicano, aquella variedad que existe
todavía hoy en día en las zonas remotas del norte de Nuevo México y el sur de
Colorado, fue el traductor y catedrático universitario Aurelio Espinosa. En sus
trabajos descriptivos con quienes intentó documentar la situación lingüística,
trató los temas y fenómenos que hoy en día siguen siendo “los más investigados
y más ampliamente comentados entre los estudiosos del español en los Estados
Unidos” (Klee y Lynch 2009: 197). A principios del siglo XX, el español
nuevomexicano se dividía en tres dialectos distintos: el de San Luis (sur de
Colorado), el de Santa Fa y el de Albuquerque. Todos ellos comparten los
siguientes aspectos fonológicos distintos a los del español estándar:
-
la elisión de las
consonantes nasales
o cuando como [kwɑ̃:do]
-
la aspiración de la
/s/ inicial y final
o quise como [kihe] y quieres como
[kjereh]
-
el cierre vocálico
o quiero como [kjeru]
-
la velarización de
/f/ en posición inicial de palabra
o se fue como [se xwe]
-
el rehilamiento* de la /y/ palatal
o yo como [ʒo]
(c) Mike Mozart via https://flic.kr/p/nPVGsN |
Sin embargo, en cuanto a los rasgos fonológicos hay también algunas
diferencias entre los dialectos mismos que trataré a continuación. En el
español de Santa Fe encontramos los rasgos bastante comunes de la
fricativización y el ensordecimiento de la /r/ que no se da en los demás
dialectos. En el español de San Luis, en cambio, nunca se asibilaba la vibrante
múltiple (como es el caso, p. ej. en Costa Rica), así que aquí no encontramos
ninguna diferencia con el español peninsular. Lo que sí es diferente son la
fuerte tendencia a pronunciar consonantes como /i/ y el proceso general de la
realización de /s/ como [h], la aspiración entonces, que no tenemos en el
español estándar, pero sí en el de Albuquerque.
Hay que señalar, sin embargo, que estos últimos rasgos
fonológicos no se deben verdaderamente a un contacto con el inglés, sino que
son “procesos fonológicos inherentes a la variedad de castellano que llevaron
los españoles a Nuevo México” (Klee y Lynch 2009: 196).
Por otro lado, Espinosa encontró dos rasgos notables que
sí tienen que ver con la influencia del inglés. El primero siendo la influencia
del inglés en el vocabulario y la sintaxis que se constata sobre todo en el
dialecto de San Luis. Otro rasgo que destaca son los numerosos arcaísmos,
algunos de ellos persistiendo hoy en día en las variedades del norte de México
y el suroeste de los EE. UU. Entre ellos aparecen p. ej. los siguientes:
-
vido (‘visto’)
-
mesmo (‘mismo’)
-
pos y pus (‘pues’)
-
ha dir (‘diría’)
Aquí también hay que apuntar que algunos de ellos podemos
también constatar en otras variedades españolas que no están en contacto con el
inglés.
(c) Sasha Popovic via https://flic.kr/p/Wjnbd9 |
En muchas partes de los EE. UU. encontramos un
desplazamiento del español por el inglés, lo que se debe entre otros al hecho
de que el inglés es a menudo la única lengua escolar. La influencia del inglés
ha sido tan intensa “que hasta los hispanohablantes monolingües de zonas muy
remotas usaban préstamos del inglés sin reconocerlos como tales” (Klee y Lynch
2009: 197), enunciados como p. ej. “Quier’ una boteit’e penquila” (con la
palabra penquila siendo una
transformación de la palabra inglesa ‘pain-killer’) o “Quier’ un frasquitu e juisque”
(la palabra juisque proveniendo de la
palabra inglesa ‘whiskey’) (Klee y Lynch 2009: 197).
Este aspecto de la integración de tales anglicismos nos
lleva al fenómeno del (e)spanglish. Es una forma de mezclar el español con el
inglés presente en la vida cotidiana de los hablantes bilingües, así como
también en la cultura, como p. ej. en canciones de hoy en día. En otras
palabras, es una forma extrema, digamos, de la alternancia de código, del code switching en el que un locutor
cambia de una lengua a otra en medio de una conversación o un enunciado. Como
p. ej. en Voy to the cinema.
Como el inglés es la lengua dominante de todos, las
siguientes generaciones, sin embargo, ya no utilizan el español, lo que hace
imposible la evolución de un código híbrido, como el spanglish, según Otheguy
(2003): “Los hijos de estas personas [= la última generación del español en los
EE. UU.] ya no hablarán español, ni mezclado ni sin mezclar.” (Otheguy 2003,
citado por Klee y Lynch 2009: 206).
* „Zumbar“: Pronunciación de y & ll como fricativa postalveolar
([ʒ] o [ʃ]).
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